Venciendo mis miedos.

por Hugo de Jesús Jiménez Rubio

Cuando recién entre al Instituto Novaera en cuarto de primaria, me toco vencer uno de mis peores miedos: el agua. La razón de por que mi pavor al agua es que cuando tenía 5 años me llevaron a la playa y ahí me sucedió un accidente: cuando mis papas se descuidaron un primo me empujo a la alberca y casi me ahogo porque en ese entonces no sabía nadar. Desde entonces hasta cuarto año no volví a tocar una alberca, pero cuando entre a esa escuela me tocaron clases de natación, la peor parte de esa clase es que la maestra Ivonne era muy exigente y por lo tanto me obligo a meterme. Cuando me metí las primeras veces me quedaba en las escaleras de la alberca temblando del frio y fue una de las causas que me obligaron a aprender a nadar. Fue que después de la primera semana comencé a nadar y así poco a poco mejore mi habilidad de natación lo cual me ayudo a que cuando volví a la playa ya nadaba feliz y contento, fue uno de mis peores desafíos hasta la fecha porque aun con mi pavor al agua decidí nadar y aprendí muchas cosas.