por Luis Enrique Cabrera González
Me sentía como si fuera un día normal, pero cuando abrí
los ojos vi hacia los lados y me di cuenta que estaba en un avión con rumbo
hacia París, ya había estado 6 horas en el avión y acaba de despertar de haber
estado dormido por dos horas. Estuve durante otras cinco horas más viendo
películas, jugando PSP y platicando con mi familia, cuando recordé ya estaba
aterrizando el avión.
Cuando bajamos del avión y llegamos al aeropuerto fuimos
a buscar la terminal, porque íbamos a tener otro vuelo a Roma. Cuando ya era
hora subimos al avión y duramos en el avión dos horas que se pasaron como si
hubieran sido veinte minutos.
Cuando llegamos a Roma, fuimos a buscar las maletas,
duramos una media hora y al fin salieron nuestras maletas, cuando salimos del
aeropuerto mi tío ya nos estaba esperando, subimos las maletas y nos llevo a comer pasta, ensalada y pizza.
Cuando acabamos de comer estábamos tan cansados que nos fuimos a dormir. Después
de un tiempo ya cuando era más noche mi tío nos llevó a dar una vuelta por Roma
y después regresamos a dormir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario