por Christopher Vazquez Cabrera.
Yo cumplia 5 años de edad y mi cumpleaños fue festejado en Walt Disney World, al momento de llegar al parque una señora grande me dijo “si te llegaras a perder solo quedate parado y alguien llegara por ti”. yo no tome mucha importancia a ese comentario y segui mi camino hacia el parque con una gran ilusion de esos juegos que me fueron recomendados con gran emocion y embriagados de felicidad ante las grandes estructuras metalicalicas que sin ningun pago antes de abordarlo podria disfrutar, por la suma de alrededor de $145.00 dolares podrias disfrutar de horas de diversion sin ningun pago extra mas que el de tus alimentos. al entrar se veia un gran castillo donde todos se tomaban fotos con unas orejas grandes y negras, las calles se llenaban de dulces como algodones, chocolates, manzanes encarameladas y todo tipo de golosinas que destruyen las muelas. Yo al ir entrando perdi mi vista hacia una maquina que hacia nieve y le ponian un caramelo, perdi de vista a mis padres y comenze a correr haciendo todo lo contrario a lo que me recomendaron. Sali corriendo hacia la salida y recorde que en una feria de Leon podias ir a vocear a tus padres en una gran vocina pero la verdad no encontre a nadie que me pudiera ayudar, al verme escaso de opciones me quede sentado afuera de una tienda llorando. Una señora de edad muy grande me pregunto que si queria ayuda, yo acepte, muy rapido me llevo a una casa pequeña donde habia muchos policias y de hay solo marcaron a mi papá, llego en 5 minutos y segui disfruntado mi paseo. Desde ese dia recorde nunca soltar a mis padres de vista a menos que yo eso quisiera.
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