por Ireri Aranda Ruíz
Trata
de que un chavo llamado Ignacio que roba mucho que anda para todos
lados y un día lo hieren y su papá se lo lleva a otro pueblo para
que lo curen, pero el papá le dice que sólo hace eso por su madre
que descanse en paz que quería mucho, que porque por su hijo no
haría nada por su actitud de antes. En todo el camino el papá se
llevó al chavo cargado en los hombros el papá casi matándose por
llevar a su hijo y que pudiera vivir, y le preguntaba..¿No oyes
ladrar los perros Ignacio?.. Y el hijo le respondía.. no.. no oigo
nada..
Después
de mucho rato el hijo le dijo a su papá que tenía mucha sed, y
mucho sueño, y el papá le decía que aguantara la sed y que
durmiera, al cabo lo tenía bien agarrado y no se caería. El chavo
se durmió, el papá siguió caminando con la esperanza de encontrar
el pueblo para que curaran a Ignacio. El papá le preguntó de nuevo
¿No oyes ladrar los perros? ¿o gente en el pueblo? Ignacio no
respondió nada, el papá estaba desesperado por llegar al pueblo que
tanto buscaba. Y al fin encontró el pueblo y le dijo a Ignacio que
por qué no le había respondido nada cuando le preguntó que si
escuchaba algo, Ignacio siguió sin contestar, el papá lo bajo de
sus hombros y se dio cuenta que Ignacio había muerto.
Mi
opinión es que pues el cuento está interesante, no es el tipo de
cuentos que me gustaría leer, pero estaba corto así que estuvo
bien, y desde que Ignacio no contestó la primera vez supuse que
Ignacio ya
se había muerto.
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