Trata de un niño que quería ir al circo,
porque solo había ido una vez en su vida,
y había sido hace mucho tiempo.
A el niño le contaban que el circo era padrisimo
y el solo lo imaginaba. Un día el niño le pregunto
a su papá que sí lo podía llevar al circo, y el papá
lo llevo. Al inicio de la función el niño estaba
muy contento, pero pasaba el tiempo y se aburría,
porque el solo esperaba ver a los payasos,
un rato después salieron los payasos
y el niño sonrío, pero uno de los payasos
estaba a lado del niño y el niño pudo notar que
no sonreían los payasos que solo tenían la
sonrisa pintada.
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