miércoles, 20 de marzo de 2013

Terence Hill.

por Javier Vargas González.

En aquel soleado día de 1973 Terence Hill estaba trabajando en la película “Mi nombre es nadie”. Terence ya había hecho parodias sobre vaqueros como “Lucky Luke”. Este actor colaborador del Spaghetti Western, estaba trabajando de sol a sol sin descanso para poder hacer una película que fusiona el genero western de los Americanos y la comedia Italiana, en el reparto también estaba Henry Fonda, Jean Martin, Remus Peers, Piero Lulli, Geoffrey Lewis, R.G. Amstrong, Niel Summers, Ulrich Müller y Leo Gordon. En el ultimo día de filmación en la escena más importante, después de un descanso bien merecido por todo el trabajo realizado y cuando se iba a reiniciar la filmación después de que Terence volviera del baño, los artistas ya estaban en sus posiciones cuando de repente todo el set de filmación colapsó y cayo sobre los actores, directores y el personal. El único que quedó ileso en el baño portátil fue Terence quien al salir iba diciendo “ Bueno no entren en unos min...” Cuando vió la escena de inmediato llamó a la ambulancia. Después de unos minutos llegó la prensa la ambulancia y los policías. Lo que menos quería Terence era que no lo estuvieran atacando a preguntas, así que le dijo a la prensa que se largaran, y los policías los quitaron de la escena, mientras la ambulancia trataba de quitar los escombros y salvar a
la gente. Los policías apuntaron a el que estaba nervioso, cuando lo interrogaron el muy sorprendido dijo toda la historia, con detalles innecesarios de su visita al baño, también les dijo que el no era culpable y por alguna razón se fue huyendo del set. Durante semanas enteras no hubo rastros de Terence, solo su madre sabia donde estaba, pues Terence se había escondido en su habitación de la infancia, lo cual no era tonto de su parte sino los tontos eran los policías que no habían podido encontrarlo. Un día su madre regreso ebria y con dos policías, sí, les había contado todo lo que sabia, ya que estaba en un estado vulnerable y a Terence Hill se lo llevaron a la cárcel. La noticia apareció en la portada de todos los periódicos sin excepción, la noticia había corrido como dinamita y había llegado a un estado alarmante, todos los fans de Terrence y aun los que no lo eran (solo para encontrar algo que hacer) se apostillaron enfrente de la prisión, y se pusieron a gritar que sacaran a su héroe al fin se descubrió que Terrence no era culpable, pero había sido tarde la prisión lo había carcomido, el estaba muerto o por lo menos eso parecía. Cuando lo iban a cremar solo había una persona su madre y el cremador. Terrence Hill seguía vivo, pero el no sabia que lo habían liberado así que creo un plan para poder fingir su muerte y salir, se despertó en su lecho de muerte y golpeo tan fuerte al cremador que se desmayo, su madre le dijo todo y el volvió a ser el de antes.


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