por Víctor Córdova
Sol pálido y agua caliente
Luna ácida, mezcal decente
Las nubes cubren de humo el cielo
Mientras el viento ahuyenta aquel consuelo
Paredes blancas con manchas oscuras
Miradas contrarias se encuentran sin cura
El mundo despierta inmerso en la amnesia
Los versos terminan cuando esto comienza
Desde la caída del árbol creciente
Las aves perdieron el verde presente
Quinientas ideas sin ninguna prueba
Y tantas cabezas con dura reseña
Mañana la luz entrará en la cocina
Y comenzará este sueño que nunca termina
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