por Alba Jáuregui Garcia
El hospital Benhousens, un lugar tétrico, horrible, de aquellos lugares, que entras, y se te eriza la piel; aquel día, de noche en 1971, sale de la sombra del cuarto 13, de donde se decían que horribles cosas pasaban, Adolfo, la silueta de un hombre alto, frío, delgado y pálido, también callado y misterioso, se decían tantas cosas de él que sólo se escondía, pero salió de las sombras, justo ese día se decidió y por fin, lo logró, salió del hospital Benhousens y comenzó a hacer destrozos y a causar muertes por toda la ciudad de Stokade, pero entonces su mirada se desvió hacia una alucinación, una hermosa silueta, era Melanny, rubia, ojos grandes y verdes, era hermosa, quedó impactado cuando la vio, empezó a sentir un cosquilleo en su estómago