miércoles, 7 de diciembre de 2011

Una navidad lejos de ti.

por Andrea Delgado

Había una vez una princesa llamada Susan, ella era aventurera, algo terca y divertida, también era una persona libre aun después de ser una princesa. Tenía pocos amigos ya que la protegían para que no le pasara nada, tenía dos guardaespaldas, ambos de su edad, uno era su novio Eric y el otro se llamaba Jack.
Un día estaban Susan, sus amigos y los dos guardaespaldas jugando en la casa de uno de los chicos, y mientras jugaban se dieron cuenta que era muy tarde y que tenían que estar en el castillo, así que salieron de la casa y rápidamente se fueron al castillo a arreglar.



Mientras ellos iban hacia el castillo Lucas y Lucy estaban en una avioneta que se dirigía hacia el reino para pasar las fiestas con los padres de Lucas, habían planeado ese viaje desde un tiempo atrás pero Lucas no dejaba de preocuparse por lo que pensarían sus padres y Susan al haber estado lejos por catorce años y luego regresar, pensaba que nunca lo podrían perdonar, aun siendo Navidad, pero ya no podía hacer nada.
En tierra firme los chicos ya habían llegado al castillo pero tuvieron que entrar por la puerta trasera para que no los descubrieran los padres de Susan ya que debían haber estado listos varias horas atrás, así que subieron rápidamente y se encerraron en la habitación de Susan para arreglarse. Unos cinco minutos después de que entraron a la habitación llegaron Lucas y Lucy. Sus padres mandaron llamar a Susan para que saludara a su hermano y ella con gusto fue, llego corriendo y le dio un gran abrazo a Lucas, él la levantó y le dio una vuelta, luego la presentó con Lucy.

Después del emotivo reencuentro todos entraron a arreglarse para la cena, y ya listos, todos bajaron ordenadamente, aunque en la cena no fue precisamente igual.Ya que todos estaban en el comedor, sentados y con los platos servidos, uno de los chicos lanzó accidentálmente un trozo de comida que cayó en el plato de otro, este se enojó y le lanzó una coliflor pero no le dio a él, sino a una de las chicas que estaban sentadas junto a él, esta también se enojó y decidió lanzar algo de la misma manera, y así se siguieron, armando una guerra de comida. Lucas y Susan no podían creer que estuvieran pasando por eso, hasta que su padre lo hizo notar, se levantó de su asiento y puso orden, luego se disculpó con Lucy y mando a los demás a la habitación.

Cuando todos se fueron Susan fue a disculparse con Lucas por haber arruinado la primer cena con Lucy, él le dijo que se tenía que disculpar con Lucy no con él y la mandó a hablar con ella.

Al llegar con ella empezaron a hablar.

-¿Lucy?- preguntò Susan
-¿Sì?
-Oye, lamento lo que pasó en la cena, en serio no fue mi intención.
-Descuida, me alegra que te sigas divirtiendo como una niña y no estés atrapada en el castillo.
-¿Entonces me perdonas?
- Si, no pasó nada.

Agradeció la “disculpa” y se fue. Mientras caminaba hacia su habitación se topó con su madre y esta le dijo que hablarían en la mañana.

A la mañana siguiente una mucama fue a despertar a Susan y le dijo que sus padres la esperaban, también le dijo que habían pedido que se pusiera un vestido largo, ella creyó que era porque tenían visitas, así que lo hizo. Pero tuvo una gran sorpresa, no había nadie en la mesa más que sus padres, ellos le pidieron que se sentara porque tenían que hablar con ella, ella obedeció.

- Estuvimos hablando toda la noche por lo de ayer, y tomamos una decisión - dijo su mamá
- No podrás ver a esos chicos de nuevo - dijo su padre
- ¿Qué? No me pueden separar de ellos, los conozco desde que tengo memoria.
- Aun así ¿crees que lo que pasó ayer fue aceptable?
- Ellos nunca son así, además a Lucy no le importó mucho.
- Pero esto no es sobre ellos o Lucy, es sobre ti, eres una princesa y te tienes que comportar como tal.
- ¿Y si no quiero ser una?
- ¡Repite eso!
- ¡No quiero ser una princesa, no así!
- Pues lo lamento mucho porque lo eres y tienes que empezar a comportarte como tal.
- Ya me comporto como una princesa.
- No lo haces, así no se comporta una.
- Ustedes me enseñaron a ser así.
- Nosotros no elegimos a tus amigos.
- ¿Y Jack y Eric?
- También se van - dijo su madre.
- No, ellos son mis guardaespaldas no se pueden ir.
- Pues se irán, contratamos a alguien más.
- No confío en nadie más.
- ¡Pues aprenderás!

Después de su pelea un chico entró al comedor, se presentó con Susan y le dijo que él iba a ser su nuevo guardaespaldas pero ella se negó y se fue. Estaba enojada, no quería hablar con sus padres o cualquier persona que siguiera sus órdenes, así que se quedó sola en su habitación.

En la noche su hermano fue a hablar con ella.

- ¿Estás bien? - preguntó Lucas
- No, él me quitó lo que más me importaba - contestó Susan.
- Oye, lo siento mucho.
- También yo.
- Mira, pienso que deberías salir.
- Si, también yo, supongo que cualquier cosa es mejor que estar aquí encerrada, pero ahora quiero dormir un poco.
- Bien, descansa.
- Le podrías decir a los chicos que si llega papá le digan que estoy dormida.
- Claro.

Lucas salió de la habitación e hizo lo que Susan le había pedido, ella decidió que también saldría, así que se cambió de zapatos, se puso un abrigo y salió por la ventana, estaba a punto de llegar abajo cuando se le atoró un pie, pero no estaba dispuesta a que la atraparan ahí así que trató de desatorarse y cuando al fin lo logró cayó al piso, luego fue por su caballo al establo y se fue.

Al día siguiente Jack se despertó con unos pujidos de sufrimiento, y cuando abrió los ojos vio que Eric sufría porque Susan no le contestaba, él trato de hacerlo razonar pero Eric en serio necesitaba hablar con ella, así que salió de su casa sin que su madre se diera cuenta y se fue al castillo, cuando llegó ahí se puso a pensar que no se arriesgaría a que no lo dejaran entrar, pero si algo bien sabía era como llegar a la habitación de Susan, así que fue a la parte de atrás y trepó por la enredadera hasta la habitación pero para su sorpresa no había nadie ahí, ni en el baño ni en el ropero, solo había un par de zapatos tirados y un abrigo sobre la cama.
Cuando se iba a ir alguien tocó la puerta, y como necesitaba respuestas abrió, para su suerte era Lucas, ambos entraron en la habitación y empezaron a hablar.

- ¿Qué haces aquí? - preguntó Lucas
- Vine a buscarla.
- No me opongo pero… sabes que es inapropiado estar aquí ¿verdad?
- No ahora, no está.
- ¿Qué?
- No está en ninguna parte.
- ¿Tú la ayudaste a salir?
- No, si lo hubiera hecho no te diría.
- ¿Sabes a dónde pudo haber ido?
- Seguro al sur, es el lugar que la lleva más lejos y donde nadie la buscaría.
- Tenemos que ir por ella.
- ¿Y sus padres?
- En este momento son las últimas personas a las que le diría.
- Entonces hay que irnos.
- Si te ven salir de aquí te cuelgan.
- Voy a salir como entré.

Y así los dos salieron, Lucas fue a buscar a Lucy y Eric a Jack, luego se vieron en la entrada del bosque y se fueron.

Mientras ellos partían Susan ya estaba lejos pero no era prácticamente libre. Esa había sido una noche larga y fría y ella no había tenido lugar donde pasar la noche así que se quedó en medio del bosque con solo un abrigo para protegerse del crudo frío, en la mañana ya no sentía ningún movimiento que hacía, pero tenía que seguir caminando ya que si alguien se daba cuenta la buscarían por el día.

Mientras los chicos estaban en el bosque, sus padres seguían esperando a que Susan saliera de su habitación hasta que llegó un momento en el que su padre se hartó y forzó la cerradura para entrar, cuando entró casi le dio un infarto ya que no había nadie, rápidamente mandó llamar a Mike (el nuevo guardaespaldas) para que fuera a buscarla, este obedeció y fue, pero él se dirigió al lado contrario que los demás así que no iba a interferir con la búsqueda de ellos.

Ya estaba anocheciendo y Susan no había comido o bebido nada y todo empeoraba cada vez más, mientras oscurecía la temperatura bajaba cada vez más rápido y ella no tenía con que cubrirse del frío.
A los chicos tampoco les había ido muy bien ya que no la habían encontrado pero tenían que detenerse porque no podían avanzar por el bosque de noche, así que armaron su campamento y se quedaron ahí.
A la mañana siguiente todos volvieron a partir.

Había nevado toda la noche, así que no se veía por donde caminaban pero eso no los iba a hacer que la dejaran de buscar.

En el castillo el rey estaba enojado y la reina preocupada porque no habían encontrado a su hija y porque su hijo se había ido sin avisar. Estaban tan desesperados por no poder encontrar a sus hijos que mandaron a una tropa a buscarlos por el pueblo, pero todo fue en vano.

Mientras tanto, los chicos iban avanzando y avanzando por el bosque pero no la encontraban y se volvía cada vez más difícil encontrarla con el manto de nieve que cubría cada centímetro del bosque pero mientras avanzaban se encontraron con dos pares de huellas, unas parecían huellas de un animal, pero las otras no, así que decidieron seguirlas. Las estuvieron siguiendo unas horas, el día había avanzado bastante y ellos no llegaban a ninguna parte, hasta que a lo lejos vieron un caballo café con una mancha blanca en el ojo, era el de Susan, rápidamente todos fueron tras el pero no estaba Susan ahí, en ese momento se asustaron bastante, pero luego Eric vio algo a lo lejos, estaba cubierto con un poco de nieve y no se distinguía bien, pero estaba desesperado y en serio quería encontrarla así que fue. Su sorpresa fue que si era ella, estaba pálida, lastimada por el hielo que la golpeaba en la cara y estaba inconsciente así que no podían saber si estaba completamente bien así que la tomaron cuidadosamente, armaron una casa de campaña y la metieron ahí. La habían cubierto con un par de mantas y habían calentado agua para que se calentara y recuperara la conciencia, aunque tal vez eso no hubiera tenido nada que ver.

En la noche Susan despertó, y en el momento en que Lucas la vio abrir los ojos le dio un abrazo, pero ella estaba muy confundida como para estar feliz, así que empezó a preguntar.

- ¿En dónde estoy? Preguntó ella.
- En una casa de campaña - le contestó Lucas.
- ¿Qué hago aquí?
- Te encontramos tirada en medio de la nada y te metimos para que te calentaras.
- ¿Qué me pasó?
- No sabemos, cuando te encontramos estabas inconciente.
- ¿Y vaca?
- Está afuera.
- ¿Lucy vino contigo?
- Sí.
- Lamento haber arruinado tu Navidad.
- No la arruinaste, no hubiera sido lo mismo sin ti, además aun no es Navidad.
- Mañana es Nochebuena y aun tienes que regresar.
- Tú también debes hacerlo.
- Si no puedo pasar las fiestas con personas que me importan ¿de qué serviría?
- Pero tal vez mamá y papá lo reconsidere.
- Nunca lo hacen.
- Pero resulta que una persona que te prohibieron ver fue el que descubrió que no estabas y sin el tu seguirías tirada en la nieve.
- ¿Está aquí?
- Él te encontró.

Al escuchar eso Susan trató de pararse para ir con él, pero estaba demasiado débil, así que mejor gritço su nombre, cuando Eric llegó se dieron un fuerte abrazo. El momento no duró mucho porque tenían que dejar descansar a Susan pero como alguien tenía que cuidar de ella en la noche y Lucy y Lucas dormían juntos los chicos se tuvieron que quedar cuidando a Susan en la noche.

En la madrugada Eric se dio cuenta que Susan temblaba así que se acercó a ella y la abrazó, en ese momento se dio cuenta del grave estado en el que estaba Susan, ya que al abrazarla la sintió demasiado débil y fría, así que a la mañana siguiente decidieron partir temprano para que la pusieran en recuperación lo más pronto posible.

En el castillo su madre se estaba muriendo de angustia por no encontrar a sus hijos, y su padre había llegado a tales extremos que decidió llamar a los amigos de Susan y pedirles que lo ayudaran a buscarla, también fue a casa de Jack y Eric lo cual fue la peor decisión que pudo haber tomado, al menos para ellos, ya que al preguntar por ellos, no estaban. Su madre tuvo que decir toda la historia pero el rey no se enojó, sino que se sintió mal por haberlos despedido y que ellos de todas formas hubieran ayudado a su hija, así que los reconsideró.

Cuando iba a entrar al castillo para despedir a Mike, vio que unos caballos se acercaban a el castillo. ¡Eran ellos! Cuando los vio venir solo pensó en ir a ayudar, sin preguntar ni nada, bajó a Susan del caballo y la llevó a su habitación, llamó a una enfermera para que la atendiera y le pidió a chef que preparara algo para ella. Luego se disculpó con Jack y Eric por haberlos despedido y les agradeció a todos por lo que habían hecho, después los invitó a la cena de Navidad que habría al día siguiente.

A la mañana siguiente Susan ya se sentía un poco mejor y ya se podía levantar así que bajó a comer algo, al salir de su habitación todo había vuelto a la normalidad, como si todo hubiera sido un sueño pero el dolor sí que era real, cuando llego al comedor la estaban esperando sus padres, su hermano y Lucy, ella saludó y le agradeció a todos por lo que habían hecho, a Lucas y Lucy por salvarla y a sus padres por regresar todo a la normalidad.

Ya en la noche empezaron a llegar los invitados, había amigos de sus padres y su hermano, los padres de Lucy y extrañaménte también estaban sus amigos y Jack y Eric, en el momento en que los vio bajó inmediatamente a abrazarlos, luego empezó la cena, los amigos de Susan se comportaron completamente diferentes, ya que no querían que se fuera de nuevo. Cuando acabaron fue la hora del baile y el brindis, luego continuaron los regalos, todos tenían al menos uno bajo el enorme árbol, y cuando ya todos habían abierto los suyos Eric salió del salón y Susan lo siguió, luego empezaron a hablar.

- ¿Qué tienes? - preguntó Susan.
- Nada, sólo me siento extraño en la misma habitación que tu papá.
- Eso nunca te había molestado.
- Lo sé, es extraño, en fin, ¿te gustó lo que recibiste?
- Si, pero no lo que venía en las cajas.
- ¿Entonces qué?
- A ustedes, ese fue el mejor regalo que alguien me hubiera podido dar.
- Eres demasiado linda con todos.
- Uno da lo que recibe, y tú ¿recibiste lo que querías?
- Igual que tú, yo te tengo a ti.

Luego de la bonita charla Susan empezó a jalar a Eric hacia una puerta, él no sabía porque había hecho eso hasta que ella señalo hacia arriba, había un muérdago en la puerta y lo había usado de pretexto pero con pretexto o no, ellos se dieron un beso y vivieron ¿“felices para siempre”?

No hay comentarios:

Publicar un comentario